Contunegocio.com 07/07/2015 - El boom creativo, los cambios en los hábitos de vida y el imparable ascenso de la tecnología hacen que el mercado se haya abierto y, como consecuencia, surjan oportunidades continuamente para que pymes y emprendedores se lancen a competir en nuevos nichos.
Las múltiples necesidades que tenemos los consumidores de este comienzo de siglo han provocado que las pymes puedan llevar a cabo estrategias de microsegmentación, esto es, centrarse en una necesidad del consumidor y a partir de ahí desarrollar una línea de negocio concreta.
Como consecuencia de lo anterior, aparece una tendencia de negocios “hiperespecializados”: un producto o servicio concreto que cubre una necesidad concreta de un usuario.
Obviamente, no todos los nichos tienen la misma facilidad para entrar a competir: la tecnología y el conocimiento requeridos y el condicionante de ser un negocio físico y/u online pesan mucho en esta valoración.
“Mi negocio es logística, logística y después, logística”. Jeff Bezzos
El impulso del ecommerce en los últimos años ha derivado en la aparición de distintos formatos de entrega de productos físicos. La clave: la flexibilidad horaria de los clientes.
Como consecuencia, surgen nuevas oportunidades para empresas consolidadas como el Click & Collect (compra online y recogida en tienda) o los puntos de entrega concertados (quioscos de prensa, comercios pequeños o buzones en comunidades de vecinos).
También aparecen nuevos formatos como las SmartLockers: consignas electrónicas inteligentes en la que el operador logístico guarda la mercancía y el cliente la recoge cuando quiera. Un ejemplo: My Pick Box.
Incluso se han generado agregadores de servicios logísticos como PackLink.
Encontrar un hueco, por pequeño que sea…
Estar cerca del cliente supone ya que los productos de muchas empresas tengan que apostar por estar en muchos puntos de venta. La imposibilidad de competir con gigantes como Amazon o Alibaba hace que aparezcan oportunidades en la creación de tiendas y marketplaces especializados en determinada categoría de productos.
Su factor de diferenciación: catálogo de producto y una relación más personalizada con el cliente.
Casos como Deporvillage en deportes, Mumumio en alimentación o Laconicum en cuidado personal son claros ejemplos de esta tendencia.